SECO BAJO LA LLUVIA.

La vida es movimiento y en ella aparecen circunstancias difíciles o dolorosas. Éstas no se denominan problema, porque no tienen solución e intentar cambiar estas situaciones provoca desgaste físico y emocional. Al no tener solución únicamente requieren aceptación.

Cuando no actuamos, cuando nos dejamos envolver por el torbellino del miedo, de los obstáculos y la parálisis, entonces nada se resuelve, llegando a ser tan conocido el problema que se convierte en nuestra manera de vivir.

Cuando la situación puede ser cambiada y hay una solución entonces hay que ACTUAR para… mantenerse seco bajo la lluvia.

«Un hombre invitó a Nasrudín a salir de caza con él, pero le dio por montura un caballo demasiado lento. El Mulá no dijo palabra. Muy pronto los demás se distanciaron, perdiéndose de vista. Poco después comenzó a llover fuertemente. No había refugio alguno en esa zona y todos los participantes de la cacería terminaron empapados.

Nasrudín, sin embargo, en cuanto comenzó a llover se quitó todas sus ropas, las dobló y se sentó encima de ellas. Cuando cesó la lluvia, se vistió nuevamente y regresó a la casa de su anfitrión para almorzar.

Nadie podía comprender por qué estaba seco. No obstante sus veloces caballos, ellos no habían podido hallar refugio en esa llanura.
-Fue el caballo que me dio, dijo Nasrudín.

Al día siguiente le dieron un caballo rápido y su anfitrión reservó para sí el lento. Llovió nuevamente. El caballo iba tan despacio que el anfitrión se mojó más que nunca, mientras regresaba a su casa a paso de tortuga.

Nasrudín repitió la misma operación que la vez anterior y regresó a la casa seco.
-Usted es el culpable (gritó el anfitrión), porque me hizo montar ese maldito caballo.

-Quizá (dijo el Mulá) usted no puso nada de sí mismo para resolver el problema de mantenerse seco.»

HACER ACCIÓN.
DESDE EL AMOR.

EL LUGAR QUE OCUPA LA FAMILIA.

Últimamente me persigue el tema de la responsabilidad con los hijos. Creo que puede ser útil publicar una reflexión que, aunque realicé para otro foro, puede descargar de culpa y hacer llegar un mensaje tranquilizador. Responde, por supuesto a una cuestión individual y desde luego mi perspectiva es transpersonal.
¿Qué lugar ha tenido tu familia en tu desarrollo personal?
Pues creo que un lugar principal desde el momento que estamos aquí juntos. Los padres perfectos que necesitaba para que mi personalidad creciera hasta donde está ahora, para hacer que yo actuara como lo he hecho y tomara las decisiones que tomé.
En ocasiones pensé que mi vida hubiera sido diferente si mis padres me hubieran manifestado más su amor o me hubieran apoyado más o me hubieran dado otro tipo de libertad…pero entonces no hubiera desarrollado los rasgos personales que me caracterizan, siendo estos imprescindibles para vivir las situaciones adecuadas y aprender mis lecciones.
Alejándome de la reducida visión humana, sé que mi esencia desea lo mejor para mí y que cada reto es un paso adelante en mi crecimiento. Miro hacia atrás y descubro mi aprendizaje en las situaciones que creía más duras. 
Todos los padres, absolutamente todos, hacen las cosas lo mejor que pueden (dice Louise Hay para eliminar la culpabilidad: «somos víctimas de víctimas»). Nuestros padres aprenden sus lecciones y se enfrentan a sus partes oscuras precisamente con cada hijo. Cuando pienso en los míos tengo presente que su forma de ser es debido a como les trataron a ellos, así que se que lo han hecho lo mejor que sabían. También sé que su esencia ha escogido sus propias experiencias determinadas para su propio crecimiento y por ello acepto los errores que pudieran haber cometido. Siguiendo el continuo devenir sé que mis hijas me han elegido a mí y todo lo que les doy es imprescindible para su desarrollo.
Así que TODO está bien y SIEMPRE ES LO PERFECTO. Mi familia es la perfecta para mí. Me han enseñado lo que necesitaba saber así como mis hijas me están enseñando y estoy aprendiendo de ellas. Tengo la plena confianza en que en algún momento así lo hemos pactado.

Los comentarios constructivos son bienvenidos.

RELACIONES Y AUTOESTIMA.

Cuando en una relación existe desequilibrio, cuando la cesión ocurre siempre, nace la relación descompensada.  La consideración hacia uno mismo, la autoestima, hace que prevalezca nuestra propia opinión sin que consideremos otras como una amenaza sino como una visión diferente de las circunstancias, otro criterio a tener en cuenta…o no.

Contener el sentir de otro sin juzgar no significa estar siempre de acuerdo, sino desapegarse de las propias creencias y concienciarse de que si esa persona está ahí es porque hay algo que aprender de ella, y también de las que puedan aparecer.

Podemos considerar la terminación de un vínculo como un fracaso o la puerta hacia nuevas e interesantes posibilidades, hacia otros horizontes de los que aprender. Como me dijo una amiga: «terminar puede significar un profundo duelo o una absoluta liberación»

Aflojar, transcender, y abrirse a lo nuevo.
«Se la vie», si quieres que sea así, desde el amor.

¿QUÉ HACE UN COACH?. ¿QUÉ HAGO YO?

Un Coach no tiene las respuestas, no da consejos, ni le dice al cliente lo que debe o no debe hacer.
El cambio verdadero, aquel que es duradero y sostenible, sólo ocurre cuando uno mismo encuentra en su interior las respuestas y el camino hacia los resultados que busca, hacia su grandeza.
Yo, como coach, no creo en “solucionarle” los problemas a mis clientes sino que les acompaño para que se conviertan en las personas que necesitan ser para manejar sus situaciones actuales y los retos futuros.
Querer y creer en una vida libre de obstáculos es caer en la ingenuidad pero puedes mejorarte a ti mismo para saber cómo afrontar cualquier tipo de situación.
Crear nuevos hábitos, tomar decisiones y realizar diferentes acciones para llevar la vida hacia el bienestar.
¿Quieres hacerlo?
Yo te acompaño.


¿LO DEL SACRIFICIO ES NECESARIO?

Nos educan en la creencia de que el sacrificio y la transigencia son necesarios para conservar nuestras relaciones. Esto se basa en una falta de entendimiento de la naturaleza del Universo.

El Universo es generoso, abundante y todos podemos recibir cualquier cosa que necesitemos sin sacrificio. A medida que aprendemos a sentir y expresar nuestras necesidades honesta y claramente a nuestros seres queridos y a nosotros mismos, empezamos a entender más a fondo las necesidades de los demás.

A primera vista parece que hay conflicto entre nuestras necesidades y las de aquellos que nos rodean, pero con paciencia y honestidad descubrimos una verdad subyacente en la cual cada persona puede tener sus necesidades satisfechas.

Expresando nuestras necesidades honestamente podemos atender mejor a las necesidades de los otros, descubriendo que el beneficio es mejor que el sacrificio.

Desde el amor.