UN OASIS PARA TI.

Lo que las crisis demuestran.

Estamos acostumbrados a llenar la vida con cosas que nos proporcionan comodidad y seguridad, quizá durante algún tiempo. Nos refugiamos, o escondemos, en el trabajo, en la ocupación, en el esfuerzo por mejorar, en cuidar a los demás, en el éxito, en el elogio, en el dinero, en las adicciones, en el exceso. Cada quien es cada cual y va haciendo como quiere o puede. 

Las crisis nos demuestran que estos oasis, o espejismos creados, no impiden el dolor de la pérdida. La indefensión y la vulnerabilidad evita que confiemos en la vida. Aceptar lo que hay, tal cual son las circunstancias. No podemos entender la naturaleza de la realidad, porque es difícil estar presente en medio de circunstancias dolorosas y difíciles. 

La práctica del Mindfulness ayuda a practicar la presencia y a establecer una base calmada en la que anclarnos ante cualquier situación. Atender a la emoción que sentimos, para darle cabida en lugar de rechazarla.

Te regalo una práctica para que encuentres el oasis en ti. 

Atención consciente a la emoción

UN TIEMPO DE ESCUCHA CONSCIENTE

Poner los sentimientos en palabras hace que las emociones contractivas sean menos intensas.

“Cuando te pido que me escuches
y tú empiezas a darme consejos,
no has hecho lo que te he pedido.

Cuando te pido que me escuches
y tú empiezas a decirme por qué no tendría que sentirme así,
no respetas mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches
y tú sientes el deber de hacer algo para resolver mi problema,
no respondes a mis necesidades.

¡Escúchame!
Todo lo que te pido es que me escuches,
no que hables ni que hagas, sólo que me escuches.

Aconsejar es fácil, pero yo no soy un incapaz.
Quizás esté desanimado o en dificultad,
pero no soy un inútil.

Cuando tú haces por mi
lo que yo mismo puedo hacer y no necesito,
no haces más que contribuir a mi necesidad;
pero cuando aceptas, simplemente,
que lo que siento me pertenece aunque sea irracional,
entonces no tengo que intentar hacértelo entender,
sino empezar a descubrir qué hay dentro de mí”.
Arnaldo Pangrazzi.

Esta es una práctica Mindfulness para escuchar a tu Cuerpo.

Atención Consciente al cuerpo

Si quieres un tiempo de Escucha Consciente, puedes contactar conmigo por cualquier medio.

www.generosalombardero.com 696443300

EL PODER DE ELEGIR

Nada está bajo control.

Nos preocupamos tanto porque las cosas tengan un cierto orden, y sean como queremos, que el caos reinante con forma de virus nos produce ansiedad. 

Nunca controlamos nada, sólo nos lo parece, es una ilusión. Controlamos, aparentemente, los horarios diarios y nuestra agenda, con la finalidad de serenar la mente. Es sólo una previsión por si la vida nos coloca en ese instante pero es una probabilidad entre muchas. 

Ahora, con la pandemia como realidad posible, se descoloca la agenda y se borra el calendario. Nos vacía la vida de rutinas, de trabajo, de ingresos, de paseos, de movimiento, de aire, sol, abrazos. La llena de interiores, de incertidumbre, de inquietud por la quietud, de ansiedad, de rabia, enfado, miedo y ausencia de control. Nos enfrenta a la verdadera realidad, la ausencia de control. Esa significativa gestión de cada día, que nos acerca a la ilusión de ese poder, se ha desvanecido, no existe.

Mis hijas lloraban porque no tenían sus actividades. “No es justo”, decían. Sí, tienen razón. Todo el mundo tiene razón: es una situación difícil; se genera tensión porque estamos todos encerrados; el mal humor nos rodea; otro es culpable pero no sabemos muy bien quién; el problema no se está gestionando de la forma que cada quien cree; no sabemos qué ocurrirá…

Sí, todos tienen razón. Cada persona la suya y el argumento justo y razonable para poder sentir crispación, mal humor, aburrimiento y miedo.

¿Esto ayuda? ¿Se puede elegir?

Elijo tener calma y estar serena. No necesito tener razón, no necesito justificación, ni argumentos para la rabia, porque ese razonamiento sostiene el malestar. Suelto las justificaciones, pruebas y explicaciones. Solo elijo tener paz. 

Respiro, suelto la necesidad de tener razón y decido hacer un espacio para la calma y la serenidad. 

Un aporte más interesante para mí y mi entorno. 

Elijo calma y serenidad.

Te animo a la experiencia Mindfulness. Respira.

Atención Consciente a la respiración

COMIENZA

Ayuda a tu sistema inmunitario.

Incertidumbre y preocupación acompañan la alarma que estos días. El estrés aumenta la adrenalina, el cortisol y disminuye los glóbulos blancos, que realmente son los que nos defienden de posibles infecciones. El miedo aumenta el riesgo de contraer enfermedades. 

La situación es la que es, así que la alarma no soluciona nada. En la medida de lo posible, encuentra la calma, el silencio y conecta de manera consciente con la responsabilidad hacia ti. 

La información puede ser tóxica. Hay una gran diferencia entre mantenerse informado y estar intoxicado. Observa como te sientes ante tanta noticia alarmista. No se trata de blindarse a la realidad, sino decidir cuando es suficiente, porque nos está afectando. 

La mente se satura con el problema, la preocupación y la queja. Aparece entonces la angustia mental y la tensión física. Quizá es buen momento para abrir un espacio para algo nuevo que te beneficie. Prestarte Atención, cuidar tus pensamientos, fortalecerte por dentro.  Es tu interioridad la que está conectada al sistema inmunitario y una pequeña práctica diaria favorece tus defensas. El Mindfulness Transpersonal es un camino hacia el bienestar que comienza con un primer paso.

Te invito a esta práctica. Unos minutos de regalo para tus defensas.

Atención Consciente al sonido y al silencio.

RESPONSABILIDAD

Una importante responsabilidad del ser humano es construirse una mente satisfecha.

Es muy habitual culpar a alguien, a las circunstancias que nos tocan, o a la vida, de lo que nos ocurre. Cuando se traspasa esa actitud victimista, se puede aprender de las experiencias, crecer y avanzar.

Recuerda que el cerebro está concebido para aumentar aquello en lo que pone su atención. Aquello que simplemente «miras», sucede que se incrementa, tanto para la el victimismo y la impotencia, como para la alegría y el sentido de la vida.

La queja debilita al que la emite.

La satisfacción y el gusto por la vida es una capacidad que se aprende y desarrolla.

Tu consciencia puede entrenarse para hacerse familiar al goce y al bienestar que, además de producir endorfinas muy saludables para el organismo, «contagia» a los que te rodean, de manera muy estimulante.

Presta Atención, aprende y crece.
Aprendizaje sutil.