¿QUÉ NOS ESTAMOS PERDIENDO?

Creamos sociedades herméticas donde la cultura de la presencia en la emoción no se prodiga. Algo nos estamos perdiendo. ¿La cercanía, quizá?, ¿la comunicación?, ¿la verdadera interacción del ser humano?, ¿la propensión al afecto?, ¿las demostraciones cariñosas?, ¿las muestras cordiales?, ¿la valoración del otro?.
Sí, algo nos estamos perdiendo. Algo terapéutico que nos activa, nos transforma y refuerza nuestra verdadera identidad.
Algo para recuperar.
Desde el amor.

EL PODER DE SENTIR:
Tacto, Encuentro, Abrazo, Caricia.
Transmitir emoción y sentimiento.
Estrechar, Contener, Comprender.
Piel y neuronas.
Dar y Recibir.
Eso es Comunicar.
Cariño, Sensibilidad y Respeto.
Esa es la Vivencia.
Intención y Afecto.
Ese es el Poder.
Ese es el Efecto.
Generosa Lombardero.
                                                                ILUSTRACIÓN: HIKING ARTIST.

¿TÚ MEDITAS?. ¡¡ QUÉ RARA ERES!!

Sí, lo reconozco. Pertenezco a ese selecto y cada vez más numeroso grupo de personas que prefieren meditar a medicar-se. Algo que he escogido y que hago sin esfuerzo y a diario.

Mi casa está lejos de ser un remanso de paz, tengo tres hijas y al dulce tormento de mi marido. Surgen imponderables infantiles a los que hay que atender porque es lo que toca. No tengo un sitio especial, no usos velas, inciensos, ni altares. No necesito música ni guía pero todos los días dedico un tiempo a ser consciente de mi compañía.
La respiración, el pensamiento, las sensaciones en el cuerpo, la emoción, incluso la meditación del pañal o del caminar, son focos sobre lo que pongo mi atención. Me escucho, observo mi interior con aceptación, compasión y esmero. Dentro de mí está la sabiduría que me sirve y me dirige.
Atestiguo. Atestiguo mis emociones incómodas porque sé que es la vía para recuperarme rápidamente. Llego a la apertura y logro mantenerme en la serenidad cada vez por más tiempo. Mi mente se distrae y vuelvo a llevarla donde necesito que esté; a la calma.
Sí, yo medito y hago muchas cosas más que sólo parecen más mundanas, profanas, convencionales y cotidianas. También utilizo otros hábitos mentales saludables que promuevo y recomiendo. Tengo mi particular protocolo para hacer que mi razón acompañe a mi corazón; son cosas sencillas, fáciles, baratas y sin efectos secundarios, que me hacen sentir bien. 
Lo que hago es trasladar la teoría a la práctica porque sé que tiene efectos profundos en mi vida.
Así que manifiesto mi gratitud.

AUTOESTIMA. Y ESO…¿ES TAN IMPORTANTE?.

Todos las áreas de la vida se ven afectadas por el nivel de autoestima. Tanto es así que influye en el ámbito social a la hora de hacer amistades, en las relaciones profesionales, búsqueda o mejora del trabajo, en la comunicación dentro de la familia, para encontrar pareja y mantenerla, en el provechamiento del tiempo, en encontrar y practicar ocio saludable, en los hábitos de alimentación….
Cuando la autoestima es alta la persona es perseverante con su propio bienestar y se procura hábitos mentales, emocionales y corporales beneficiosos.
Una autoestima saludable hace que la comunicación sea abierta y honesta, siendo mayor la confianza a la hora de expresarse y contribuyendo a que las relaciones sean satisfactorias.
La vida se llena de retos, no de problemas y los duelos se hacen más cortos y llevaderos.
Aparece la consideración, compasión y aceptación hacia los demás porque esto es lo que crece hacia uno mismo.
Lo nuevo y desconocido deja de ser algo temeroso para surgir como una oportunidad.
El mundo y la vida dejan de percibirse como una amenaza y aparece la aceptación, el aprecio y la gratitud ante todo.
Una autoestima sana trae Confianza, Seguridad y Serenidad. Nada más y…… nada menos!!.
Decide tú, si esto es importante.
Ilustración: Frits Ahlefeldt

ESCUCHA CONSCIENTE.

Solemos relacionar la buena comunicación con el arte de influir en los demás. Pero también puede ocurrir esto si usamos los oídos.
Saber escuchar es tan importante como expresarse acertadamente. 
Parece que escuchar es lo  mismo que oír, pero para escuchar tenemos que activar algo más que el sistema auditivo. Es atención y concentración en un acto con intención y la intención tiene mucho poder.
Cuando escuchamos estamos siendo generosos, flexibles y pacientes. Nos volvemos comprensivos al mostrar interés por los demás. 
Cuando escuchamos generamos confianza en el otro y extendemos un manto de seguridad que no es más que la creada por la propia persona «cuando se presta atención a sí misma».
Escuchar es algo mágico que nos abre las puertas a las opiniones ajenas y nos llena de otras realidades que completan la nuestra.
Dice un proverbio chino:
“El gran Arquitecto del Universo hizo al hombre con dos orejas y una boca, para que así escuche el doble de lo que habla”
Escuchar es escucharnos

¡Shhhhhhhhhhhhhh! Escucha.

¿QUÉ ES LA INTELIGENCIA EMOCIONAL?

La vida es movimiento y cambio. Cualquier individuo por muy anónimo que sea tiene todo lo necesario para crear un gran betseller con sus experiencias. Muchas cosas suceden que nos hacen sentir tristeza, miedo, estrés, ansiedad o alegría y felicidad sublime. Enfermedades, duelos, el área laboral, romper relaciones, mantener relaciones, problemas económicos, tener hijos, no tenerlos..
Aquellas personas que son conscientes de sus pensamientos, sentimientos y conductas, aprenden la manera saludable de hacer frente a las circunstancias propias del existir. Se sienten bien ante la certeza de ese movimiento vital y tienen reacciones sanas.
Expresan los sentimientos en un ambiente seguro y amoroso, liberándose así de pesadas cargas. Son flexibles cuando la vida no cumple sus expectativas, aceptando y mirando con perspectiva. Calman la mente, calmando el cuerpo pues este es la entrada a la emoción, al corazón y a la esencia.
Es un concepto glamuroso para una sabiduría ancestral de la que todos los grandes han hablado. La inteligencia emocional es la capacidad para conectarse con el corazón, donde está la razón más poderosa: Amor.
«Sal de tu cabeza y baja al corazón.
Piensa menos y siente más».
OSHO

TRANSFORMACIÓN

Para muchos, quizá esta época, estos momentos resulten preocupantes, porque la situación del mundo, su vida personal o ambas cosas parecen ir de mal en peor. Lo que parecía funcionar ya no funciona.
Los cambios son un favor que nos presenta la existencia y esa es la paradoja. La antigua forma de pensar no nos hacía sentirnos todo lo satisfechos, plenos o alegres que buscábamos así que debemos abandonar las viejas estructuras que nos limitan o que no resultan oportunas para dejar paso a otras nuevas.
Prescindamos de lo viejo y abracemos lo nuevo como camino de transformación.
El cambio es individual pero a medida que la gente experimenta esa evolución, afecta a la conciencia colectiva y los resultados se manifiestan en todo lo que nos rodea. El cambio del grupo comienza con un individuo, el cambio en la educación comienza con un aula, el cambio mundial comienza por mí.

Lo nuevo emerge, con todo su potencial.
Transfórmate y transforma!!