por Generosa Lombardero | Mar 5, 2020 | Esencias
Una importante responsabilidad del ser humano es construirse una mente satisfecha.
Es muy habitual culpar a alguien, a las circunstancias que nos tocan, o a la vida, de lo que nos ocurre. Cuando se traspasa esa actitud victimista, se puede aprender de las experiencias, crecer y avanzar.
Recuerda que el cerebro está concebido para aumentar aquello en lo que pone su atención. Aquello que simplemente «miras», sucede que se incrementa, tanto para la el victimismo y la impotencia, como para la alegría y el sentido de la vida.
La queja debilita al que la emite.
La satisfacción y el gusto por la vida es una capacidad que se aprende y desarrolla.
Tu consciencia puede entrenarse para hacerse familiar al goce y al bienestar que, además de producir endorfinas muy saludables para el organismo, «contagia» a los que te rodean, de manera muy estimulante.
Presta Atención, aprende y crece.
Aprendizaje sutil.
por Generosa Lombardero | Jul 8, 2018 | Blog
Ejercicios de Mindfulness. https://EsenciadeAtencion.com.
¡La Vida es bien Interesante!
Esta frase muestra la asombrosa curiosidad con la que algunas personas aprecian cada día porque entre los regalos de existir está el conocer a seres maravillosos que aportan y nutren el alma.
Personas que ante la pregunta de ¿Cómo estás? responden: «Excelente» porque su actitud es de aprendizaje en cualquier escenario y frente a cualquier cosa que sucede.
Puede ser algo tremendo pero absorben del entorno, aprenden de cada vivencia, cada circunstancia y no pocas suceden en su país, Venezuela. Les abrazo con las palabras de este texto.
Es cierto, la vida es fascinante si la miras con ojos curiosos. La cotidianidad es de todo menos aburrida, se puede tener charlas fantásticas con grandes filósofos en la frutería o en la tintorería.
Una pregunta puede encontrase con la posible respuesta, aunque en multitud de ocasiones son amenos monólogos paralelos llenos de consejos personales, comparaciones con lo propio, juicios de valor y demás creaciones del pensamiento.
Los minutos pasan entretenidos mientras se espera para comprar unos mangos o a la consulta del pediatra. Se habla de todo y de todos. Cuando no se habla se escucha porque así se aprende. Ya decía un poeta: “Aprendo yendo donde tengo que ir».
Puede que en estas brevedades se de que alguien abra su corazón, simplemente se queje o acompañe con unas risas espanta-penas la situación del mundo, de la educación o de la enseñanza.
Vivimos en un momento de profundos cambios, desbordados por un exceso de información que no sabemos manejar. Los que tenemos hijos seguimos educándolos de la misma manera que hicieron con nosotros. En la escuela adquieren de forma mecánica una serie de conocimientos de los que después son examinados dependiendo de baremos estándar, creyendo que eso es útil para un porvenir sinónimo de felicidad.
Sufrimos y les hacemos sufrir cuando vemos que no llegan a los niveles adecuados o cuando se rebelan contra ese orden impuesto. Nos desconcierta cuando nos cuestionan para qué va a servir toda esa información obsoleta, nos hemos creado unas expectativas que no vemos cumplidas porque provienen de nuestras propias carencias personales. ¿No nos estaremos estancando en el pasado?
Los padres se quejan de los docentes; los docentes de las familias; los educandos sienten falta de interés, ausencia de motivación. No ven nada qué merezca la pena y les aplasta el desánimo. Algunos recuerdan otros tiempos cuando los estudiantes tenían más ganas de aprender, preocupados por saber cosas nuevas… La culpa anda suelta y es lanzada sin tener ningún amo con el que detenerse.
¿Y si miramos más allá?
¿Consideramos esta época con sus diferentes circunstancias?
¿Vemos lo que ha dejado de ser válido para encarar la vida?
¿Somos más comprensivos con los otros, con nuevos modelos y nuevas formas, sin entablar una lucha por el cambio sino acompasando lo que hay hacia lo que se avecina?
¿Diferenciamos entre educación y enseñanza?
Es importante una reeducación, tanto de padres, madres, educadores…sociedad formada por individuos, para que mirando a los ojos de los más jóvenes podamos ver con facilidad su esencia única y personal, con cualidades que podemos ayudarles a potenciar. Si prestamos un apoyo basado en la experiencia pero no directivo, estaremos reforzando su autoestima e incitando a experimentar sin temor a decepcionarse o decepcionar. Probar esto o aquello que les guste, por muy peregrino que pueda parecer.
Hay que generar Ilusión por la vida como una gran aventura que conlleva grandes sorpresas, unas alegres y otras con las que se comprueba la capacidad para seguir adelante. Abrir puertas hacia el corazón y desde él atravesar los obstáculos. Ese es el motor para crecer, crear, creer y avanzar…hacia donde tenemos que ir, para aprender.
Agradecida porque las puertas se abre a medida que avanzo.