Vivimos en un momento de profundos cambios, desbordados por un exceso de información que no sabemos manejar. Los que tenemos hijos seguimos educándolos de la misma manera que hicieron con nosotros. En la escuela adquieren de forma mecánica una serie de conocimientos de los que después son examinados dependiendo de baremos estándar, creyendo que eso es útil para un porvenir sinónimo de felicidad.
Sufrimos y les hacemos sufrir cuando vemos que no llegan a los niveles adecuados o cuando se rebelan contra ese orden impuesto. Nos desconcierta cuando nos cuestionan para qué va a servir toda esa información obsoleta, nos hemos creado unas expectativas que no vemos cumplidas porque provienen de nuestras propias carencias personales. ¿No nos estaremos estancando en el pasado?
Los padres se quejan de los docentes; los docentes de las familias; los educandos sienten falta de interés, ausencia de motivación. No ven nada qué merezca la pena y les aplasta el desánimo. Algunos recuerdan otros tiempos cuando los estudiantes tenían más ganas de aprender, preocupados por saber cosas nuevas… La culpa anda suelta y es lanzada sin tener ningún amo con el que detenerse.
¿Y si miramos más allá?
¿Y si consideramos esta época con sus diferentes circunstancias?
¿Y si vemos lo que ha dejado de ser válido para encarar la vida?
¿Y si somos más comprensivos con los otros, con nuevos modelos y nuevas formas, sin entablar una lucha por el cambio sino acompasando lo que hay hacia lo que se avecina?
¿Y si diferenciamos entre educación y enseñanza?
Las piernas pueden dirigirse en cualquier dirección de la veleta, tal vez en el sentido de tu estómago, sobre tu cara o encima de tu espalda. Casual y asombrosamente la cabeza reposa en la almohada o no. Duermen sueltos, en cualquier ángulo, dueños de toda la cama aunque sea compartida. Respiran sin esfuerzo mientras reclaman sitio y expansión.
Se adaptan, acomodándose al espacio disponible pero sin limitarse. Moverse es su manera natural de descanso y raramente se caen de la cama.
Esta tendencia natural se va desaprendiendo y limitando. Es algo muy revelador porque a medida que crecemos, acartonándonos en movimiento también nos volvemos rígidos en pensamientos y creencias. Nos vamos domesticando como las pulgas.
Amaestrar pulgas es algo muy fácil, siempre que se tengan las pulgas ¡claro!. Así se expone el método: primero se meten los insectos en una botella y allí dentro saltan y saltan para intentar escapar. Al cabo de un tiempo más o menos largo y muchos intentos de fuga, las pulgas dejan de dar brincos. Entonces se puede destapar la botella en la que se encuentran porque ya no pretenderán huir.
Todo a lo que prestamos Atención, Aumenta y tiene mucha más importancia.
Cuando en Mindfulness prestas atención estás seleccionado tus preferencias, que quieres en tu vida como vas a conseguirlo.
Cursos de Mindfulness. https://EsenciadeAtencion.com. Generosa Lombardero. https://generosalombardero.com ME VOY A MORIR Y TENGO MIEDO La cercanía de la muerte invita a vivir con el corazón abierto. Estar cerca del proceso permite aprender de la sabiduría que brota de...
Cursos de Mindfulness. https://EsenciadeAtencion.com. Generosa Lombardero. https://generosalombardero.com Sentir la oscuridad Siempre surgen las dudas cuando vives en la noche oscura. Entonces le podemos preguntar a la luna sobre nuestro miedo, la baja energía y...
Cursos de Mindfulness. https://EsenciadeAtencion.com. Generosa Lombardero. https://generosalombardero.com ¿QUIERES RESPIRAR BIENESTAR? Comienzo mi colaboración con Credeser con una invitación. Te invito al Bienestar desde la práctica de la Atención Plena o Atención...