El corazón está interrelacionado con el cerebro, con las emociones y la fisiología del cuerpo.

Las emociones contractivas provocan desorden en el ritmo cardiaco y en el sistema nervioso. Las emociones expansivas, sin embargo, generan armonía en el sistema nervioso y en el ritmo pulsaste del corazón. Esta cadencia equilibrante hace que el resto de sistemas del cuerpo se sincronicen en un estado denominado Coherencia.

Estar en Coherencia significa claridad mental, capacidad para tomar mejores decisiones y poder sostener cualquier situación contractiva, sea la que sea, sin sentir bloqueo emocional. 

• Alcanzar un equilibrio cuerpo-mente. 
• Conseguir quietud emocional 
• Mejorar su capacidad para enfocarse en lo que favorece 
• Clarificar la mente. 
• Prevenir estados de ansiedad y estrés. 
• Conectar con su alegría esencial.

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Vivir desde el corazón es el camino hacia la coherencia. Nos situamos así en una gama de sentimientos expansivos y beneficiosos. Activamos esa cualidad en nuestro campo magnético, generamos bienestar propio y lo repercutimos a quienes nos rodean.

«Para tocar el corazón ajeno, 

es necesario hacer limpieza en el propio»