PARA ALGUIEN QUE DUDA.
Le podemos preguntar a la luna sobre nuestro miedo, nuestra baja energía y nuestra pérdida de sentido en la vida durante un terremoto emocional y nos conectará con la transformación de lo profundo y con dolorosos procesos de duelo.
El descenso a la soledad, al desierto y al vacío precede siempre a la renovación porque donde hay un nada fértil puede nacer una liberación y surgir con fuerza la propia verdad.
Lejos de lo que puede parecer, el desarrollo personal no es un proceso en línea recta sino que hay que aprender a vivir en contacto con las emociones y los sentimientos. En la noche oscura que muchas personas han vivido, han encontrado la transformación que necesitaban. Dolor, desolación, depresión, tristeza, amargura puede ser la antesala de lo creativo y enriquecedor
Cuando nos dejamos llevar hacia lo profundo del remolino, sin resistencia, antes salimos de esa vorágine.
Perderse para poder encontrarse.
Momentos de cambio y de renacimiento.
Desde el amor.