Vivimos en el estrés. Rodeados de problemas económicos, de relaciones, presión laboral…Pero hay personas que sea cual sea su situación parecen tranquilas.
Esas personas afortunadas muestran exteriormente lo que hay en su interior: paz.
¿Puedes pasar tiempo cada día en silencio total?
Esto no es tan difícil como parece y merece la pena porque todas las áreas de la vida se ven beneficiadas.
En el silencio se encuentra claridad, calma, satisfacción y tranquilidad. Todo lo que se decida desde ese estado mental tendrá su base en la fortaleza.
Vivimos en una sociedad de «hacer». Todo el mundo está haciendo cosas constantemente con la esperanza de que esas actividades procuren satisfacción interior, pero el riesgo es que nos definimos por lo que hacemos, no por lo que somos. Así nos medimos por nuestros logros y no por lo que somos interiormente.
Por supuesto, los logros materiales son importantes y la razón lo es, pero me refiero a que las mayores satisfacciones vienen del enfoque del «sentir» en la vida.
Tenemos que vivir con nosotros todos los días de nuestra existencia y motivarnos por el deseo de sentirnos bien, pero para muchos es preferible llenar sus vidas con actividad constante que enfrentarse al ser vulnerable que llevan dentro.
Soy un ejemplo perfecto de esto.
Antes era «hacer» ahora prefiero «sentirme bien».
Desde el amor hacia mí, elijo.