Encuentro desde la Atención. 5

Reto, 40 días Mindfulness. Mindfulness para la cuarentena. Personas con curiosidad.

Un encuentro virtual en la plataforma zoom. Una manera fantástica para compartir experiencias, descubrimientos de la práctica y crecer conjuntamente. Aunque el grupo es virtual, podemos crear un entorno seguro de apoyo, comprensión y aceptación. El objetivo es la conexión.

Viernes 29 Mayo. 20.30 (40 min) 1ª parte // Recurso práctico 21.30 (40 min) 2ª parte

*Práctica formal guiada.

**Resolver dudas o inquietudes sobre el Reto y acerca del Mindfulness

***¿De qué te has dado cuenta? Compartir descubrimientos.

Puedes unirte a la reunión desde aquí Tema: Encuentros desde la Atención 5. Hora: 29 may 2020 08:30 PM Madrid Unirse a la reunión Zoom https://us04web.zoom.us/j/71715558742?pwd=ZXRjTFJxTitzNGlXZHFiYVBxQjErUT09

****Recurso práctico. (2º parte)

Unirse a la reunión Zoom Tema: Encuenrtros desde la Atención Hora: 29 may 2020 09:15 PM Madrid Unirse a la reunión Zoom https://us04web.zoom.us/j/78388353839?pwd=ZTFIT2Y5WlVOSUJsYkFFWUdlRThPQT09

El encuentro es una ocasión fantástica para asomarnos a formas de pensar que pueden enriquecernos.

Una forma de crecer

Encuentros de Atención para la Reflexión y Práctica.
También en Facebook live. Sábado, 30 de Mayo, 10.00.

LA RAZÓN DEL CORAZÓN

La razón del corazón.

En esenciadeatencion.com estamos tratando la coherencia cardiaca. Creo que es algo muy interesante que quiero trasladar. 

Se trata de utilizar la inteligencia del corazón. Cuando el corazón y el cerebro se sincronizan generan un estado biológico donde el organismo funciona correctamente. Un estado en el que todo trabaja en armonía: la respiración, la digestión, la liberación hormonal, el sistema inmune…

El ritmo del corazón, a través de la respiración, produce un estado fisiológico óptimo para la salud, el rendimiento y los procesos regenerativos naturales del cuerpo. A este estado se le denomina coherencia cardiaca. 

El corazón es un órgano tan potente, que genera un campo eléctrico 100 veces mayor que el del cerebro y un campo magnético 5000 veces mayor. Esta energía, esta fuerza, se transmite a todas las células del cuerpo y se proyecta al exterior, envolviéndonos 360º. 

Este campo protector que nos dirige y protege, varía según la experiencia emocional que tengamos. Si tenemos emociones expansivas (entusiasmo, alegría, bienestar, gratitud…) que producen patrones de ritmo cardiaco equilibrados, esto repercute beneficiosamente en todo el organismo. 

Las emociones que nos contraen, como el enfado, la culpa o la decepción producen una descoordinación de la coherencia cardiaca. Una especie de caos en el ritmo cardiaco, que se ve reflejada en el cuerpo. 

En coherencia cardiaca se desencadenan millares de cambios bioquímicos, el sistema inmune se vuelve más fuerte, se piensa con mayor claridad y se siente bienestar.

Y después de esta información, mientras te enfrentas a los retos de cada día… ¿Qué puedes hacer? Pues, puedes crear coherencia en tu vida. 

Para saber más sobre coherencia cardiaca, mindfulness transpersonal y todos sus prácticos beneficios, únete a…

Relación con Papá y Mamá

El origen de relación padres e hijos

Lo que vivo condiciona lo que escribo, las vivencias con mis hijas condicionan el filtro de mi visión y de mi palabra.

Me emociona enormemente la necesidad de amor en los niños. Como buscan la mirada, la caricia del paternaje o la sonrisa materna. “Mira mamá”, “Mira, mira, mira!, y aunque tuviera cien ojos no podrían abarcar su avaricia de atención que no es más que fuente de amor. Cierto es que no todo el mundo es padre o madre, sin embargo todos somos hijos o hijas. Todos procedemos de alguien. Es un denominador inclusivo en cualquier ser humano.   

La relación con los padres influye y determina totalmente el proceso de maduración de los hijos. En este vínculo, como hijos e hijas, somos tremendamente vulnerables al rechazo, miramos muy de cerca la aceptación como regalo, somos muy sensibles al dolor que nos trasmiten, a la capacidad de vivir alegremente, a su confianza, a su presencia y también a su ausencia. Nuestra experiencia en esta relación de partida nos define como personas.   

Quiero aquí aclarar que aún existiendo una gran distancia física o emocional, existe relación. Podemos calificarla como buena o mala  pero el nexo es inevitable. Ni la ausencia o el desconocimiento del origen evita esta marca de nacimiento porque la relación de no relación es un vínculo.   

La mayoría de las personas guardamos, en lo más hondo de nuestro corazón, alguna herida fruto de este vínculo con papá y mamá. Nadie está libre de experiencias dolorosas, esto no depende de nosotros sino de la vida. Como adultos sólo podemos decidir qué hacer con esas heridas. Podemos flagelarnos con el desgraciado sentir ocurrido o convertirlo en abono para crecer.   

Las vivencias dolorosas pueden anclarnos al pasado, en un enredo sin fin entre enfado, tristeza, exigencia o esperanza. Madurar, conseguir la fuerza adulta, significa soltar el pasado, asentir a nuestros padres y tomarlos.   

Asentir a nuestros padres es aceptar su naturaleza humana. Hicieron lo que hicieron, nos dieron lo que pudieron y nada más. Ser padre o madre no es una cuestión moral, es un papel vital otorgado por hecho de concebir o parir un hijo, sin más.  Cuando una persona no quiere reconocer que su padre o su madre lo son, está oponiéndose a la realidad biológica. Y es cierto que puede sentir mucho rechazo o justificar su gran enfado, sin embargo nada puede borrar que es hijo o hija de ese padre y madre. Mientras no se pueda reconocer este hecho, se está en lucha con la vida.   

Asentir no significa dar por bueno lo que hicieron o dejaron de hacer, ni que los consideremos “buenas personas”. Esto va más allá. Asentir es reconocer que nuestro origen está en ellos, que llegamos a la vida a su través. Nada más… y nada menos.  

Cierto es que cada persona, si quiere crecer, tendrá que reconocer sus heridas. Decir no, para luego rendirse y aceptar. Reconocer los aspectos dañados para poder mirar cada paso del camino transitado, por muy difícil que haya sido. Tras la negación de nuestro origen hay una íntima negación interna. Por el contrario, reconocernos como fruto de la unión de nuestros padres, fuera como ésta fuera, es quedar en paz con ellos y con uno mismo. Nos damos valor y nos reconocemos merecedores de la vida.   

Decir Sí a nuestros orígenes, de manera profunda, nace de la posibilidad de tomar a nuestros padres. Tomar a nuestros padres es abrirnos a recibir la fuerza de la vida que nos viene dada a través de ellos.   

Mientras permanecemos ligados a sus alegrías, penas o dificultades, más anclados estamos al pasado y menos en nuestra vida. Tomar a los padres significa que el amor que tal vez esperábamos que nos dieran, lo desplegamos en nosotros, al mismo tiempo que lo ofrecemos a los demás. La exigencia que podíamos tener hacia ellos, se transforma en gratitud interna por lo que en cada momento nos ofrece la existencia y la violencia recibida se abre a otras formas de relación.   

Esto que a muchos les parece tan sencillo, a otros tan obvio y a algunos nada claro ni evidente, es la base para conservar el equilibrio. Tenemos que ser pequeños ante los grandes que nos dieron la vida; adultos con quien escojamos como pareja; y progenitores para nuestros hijos.   

El ser humano quiere justicia. La vida busca equilibrio. En la base de todo siempre está el amor.   Publicado en El Revistín. Avilés.Agosto 2019   Soy Generosa Lombardero.
Puedes acceder a mis Cursos de Mindfulness en Esencia de Atención con actividades presenciales y on line.

Charla-Taller para Profesionales de la Salud

 
 Profesionales de la salud
Centro de salud de Luarca. 
Asturias. 
Miércoles 12 Junio 2019.
 
***
La palabra Mindfulness es una palabra muy extraña que alude a la capacidad universal y humana de prestar Atención. Cuando un grupo profesional decide incorporarlo al día a día y se compromete con esta decisión, está en el camino adecuado para abandonar el estrés y empatizar con los pacientes.
En esta charla abordamos el cómo. 
Cómo puedo mejorar mi vida para acompañar a los demás. 
 

Cuanto más severos son los problemas de salud de los pacientes,
mayor es la necesidad de promover un entorno de Atención Plena.
Promover la atención en ellos y, por supuesto, en los equipos sanitarios que les atienden. 

Compromiso con la vida

Cursos de Mindfulness. https://EsenciadeAtencion.com.
Generosa Lombardero. https://generosalombardero.com

Compromiso con la vida

Todo ser humano tiene unas necesidades que son comunicadas a través de las emociones. Protección, contacto, seguridad, atención, descanso, reconocimiento…todas anunciadas a bombo y platillo por el embajador emocional.

Cuando no somos capaces de ver lo que aflora en nosotros, cuando huimos de la emoción, estamos negando nuestra humanidad, lo indispensable.

El  principal protagonista de la vida de cada ser es…ese ser. Observar en cada ámbito de la vida cuáles son mis necesidades, no es egoísmo, es atender la coherencia desde el buen juicio. Porque la emoción hace evidente un problema que la razón ha de resolver.   

No se requiere preparación para lo fácil, para la alegría o para el placer. Cuando en el propio existir aparece lo agradable, no buscamos la fortaleza que reside en nuestro interior sino que nos permitimos sentir lo que acontece. En las situaciones complicadas requerimos que aparezca esa fuerza que nos guíe para no perder el norte.

El conocimiento interior es precisamente eso, un ánimo resistente que dirige como un timón. No elimina el dolor, la tristeza o el miedo porque esto es consustancial al ser humano, sin embargo aporta paz, seguridad y favorece la comprensión de la vida en su dimensión total.

ayuda enormemente a llevar con más ligereza las circunstancias poco gratas.   Puedes preguntarte: ¿Qué no va bien en mi vida? ¿Puedo mirar hacia aquello que me desagrada? ¿Me enorgullezco de cómo lo encaro? ¿Qué ocurre cuándo tropiezo una, otra y otra vez en la misma piedra? ¿Cuánto de compromiso hay conmigo?   Son tantas las preguntas que nos podemos hacer, mindfulness ayuda a vernos a nosotros mismos  

Compromiso con nosotros mismos

Distintas respuestas o reacciones aparecen ante estas preguntas:  

Hay personas que ante una realidad difícil, la niegan y afirman insistentemente que están perfectamente, que no necesitan cambiar y no hay nada que mejorar. Dicen estar bien pero no lo están; existe algo que no gusta pero se niegan a verlo y generan un mecanismo de escape para no afrontarlo.  

Crean algún tipo de evitación ante la sensación desagradable. Seguro que en la mente del lector aparecen ejemplos de esto. Una adición al trabajo para evitar afrontar la comunicación con adolescentes o con la pareja, puede ser una buena imagen.  

“Reconozco que hay un desafío, sin embargo no se puede resolver porque no se pudo en el pasado” Este es el soporte para quienes no quieren acoger nada nuevo con actitud de aprendizaje.

Hay que reconocer que no lo sabemos todo y nuestro pequeño ego humano es, en ocasiones, muy pesado para abrirse a otras posibles vías. ¿Qué me va a contar nadie de mi problema, que yo no sepa? Siempre hay la posibilidad de abrir la mirada ante cualquier cosa o circunstancia vital, reevaluar la situación y no encerrarnos en nuestra propia ignorancia.  

Otros individuos (el más numeroso) aceptan y afrontan el reto con una promesa. Siempre en el futuro, siempre incumplido. El asunto se resolverá después de un cuando: cuando cambie mi economía, cuando conozca a alguien, cuando termine esto o pase aquello, cuando aparezca milagrosamente el tiempo necesario, cuando compre tal o cual, cuando adelgace, cuando esté en forma…

La voluntad se lanza hacia un porvenir impreciso, así se mantiene constante la solución en una colorida ilusión futura.  

Asumir qué todos tenemos conflictos, problemas, desafíos y defectos. La vida no lo es sin estos componentes. No encontrar solución, ofrece la opción de pedir ayuda. Bajarnos de nuestras expectativas ante cómo debería ser para solventar la cuestión, abriendo la mente a otra mirada.

Desde la humildad, saber solicitar apoyo para descubrir la fuerza que hay en esa acción. La petición de ayuda, lejos de ser una debilidad, es un refuerzo de nuestra fortaleza.  

Mirar hacia otro lado no evita la responsabilidad que nos pertenece. 

La emoción con su tenacidad siempre nos indicará si existe la voluntad y el compromiso hacia uno mismo. Si hay compromiso personal, entonces surge la satisfacción, como forma de amor propio.  

¿Te comprometes? El amor siempre está ahí para indicar cual es el camino adecuado.  

Soy Generosa Lombardero.
Puedes acceder a mis Cursos de Mindfulness en Esencia de Atención